miércoles, 21 de noviembre de 2012

Casa de las muertes - Palacio Fonseca



Situada en la calle bordadores nos encontramos con la Casa de las Muertes al lado de la Casa de los Osorio, de estilo plateresco, construida en el S. XV por Juan de Álava perteneciente al bando de San Benito.
 

Casa de las Muertes
Casa de las Muertes
Se llama así posiblemente porque en la parte inferior de sus ventanas hay talladas en piedra cuatro calaveras que en esta época en Salamanca se las denominaba “muertes”.  O puede que herede el nombre de la calle, pues en 1753, se llamaba calle de la Muertes, porque era un callejón oscuro donde había cantidad de reyertas.

La fachada en piedra franca de Villamayor tiene  ornamentación plateresca. Las puertas y las ventanas están ornamentadas con finas labores y luce en la fachada, medallón y efigie de D. Alonso de Fonseca (unos de los mecenas de Juan de Álava) donde se lee: "el serenísimo Fonseca patriarca Alejandrino" también tiene otros medallones, escudos y relieves, así como las calaveras labradas en las ménsulas.
 
Detalle de la ventana
Detalle de la Ventana
Probablemente porque se pensaba que las calaveras eran de mal agüero y nadie quería comprar el edificio, se convirtieron en esferas y en la restauración que en 1963 se hizo del edificio, por entonces en estado de abandono, éstas se volvieron a labrar (probablemente en tamaño menor que el original).

Existen varias leyendas sobre la casa pero la más conocida la de Don Diego, un hombre arrogante, soldado y poeta que sedujo a muchas y nobles damas de la ciudad con sus galanterías.  Pero el destino quiso que se enamorara de doña Mencía, que acababa de salir de un convento. Una vez casados, doña Mencía empezó a sonreír y a conversar con picardía con unos y otros y cuando su marido andaba guerreando  buscaba el amor en diferentes varones. Siendo públicos en la ciudad sus devaneos, Don Diego averiguó los nombres de tres hombres que tenían amoríos con doña Mencía y decidió matarlos para vengar su honra y luego, en la sangre de sus burladores, ahogaría a Mencía. Doña Mencía lo adivinó todo y cayó de rodillas frente a su marido pidiéndole perdón. Pero Don Diego, que estaba herido de muerte, se lanzó sobre ella apretándole el cuello con sus manos y no soltó el cuello de su esposa. Cuando amaneció, los vecinos subieron a la cámara donde hallaron los cadáveres, Don Diego aún apresando con sus manos el cuello de su mujer y ésta, asfixiada.

También se cree que María la Brava descuartizó a cuatro hermanos Los Lozano para mas señas y allí los enterró.

Otra es una historia de amor entre un Monroy y una Manzano, familias rivales que produjo la muerte de varias personas. Cuando años después se edificó la casa, se hallaron sus cuerpos entre las peñas de los cimientos junto a otros dos sin cabeza, que se decía eran los hermanos Manzano decapitados por doña María la Brava.

Otra leyenda asegura que en el sótano de esta casa una mano criminal dio muerte a la familia de un sacerdote.

También se cuenta, que algunos de los propietarios de la casa han muerto en extrañas circunstancias sin explicar, o fueron asesinados a manos de alguien que nunca se encontró… muchas leyendas para la Casa de la Muertes.
 

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