Curiosa esta casa de la que no queda nada, sólo los escritos. La Casa de la Mancebía se supone que estaba situada cerca de la Vaguada de la Palma, en el Arrabal donde se hace la feria de ganado, en el conocido como “Campo de Mancebía”.
El príncipe Juan, hijo de Isabel la Católica, vivió en Salamanca una temporada y viendo la cantidad de estudiantes y prostitutas que había en la ciudad concedió un privilegio a García de Albarrategui. En 1497 el Concejo cedió terrenos y se hizo un burdel o casa de mancebía de 40 habitaciones.
El príncipe Juan, hijo de Isabel la Católica, vivió en Salamanca una temporada y viendo la cantidad de estudiantes y prostitutas que había en la ciudad concedió un privilegio a García de Albarrategui. En 1497 el Concejo cedió terrenos y se hizo un burdel o casa de mancebía de 40 habitaciones.
Ilustración de La Celestina |
Cierto es que no todas estaban en estas casas, o no les interesaba, no podían acatar las normas, o simplemente no cumplían los requisitos. Estas mujeres entonces, lo que hacían era pintar sus casas de colores muy vivos y ponían ramos de flores en sus puertas motivo por el cual se las conoce como rameras.
Había un padre de mancebía, Padre putas o Padre Lucas, lo que hoy día se conoce como chulo o proxeneta con la diferencia de que a este hombre lo nombraban las mancebas y era aprobado por el concejo. Las putas le obedecían bajo pena de expulsión. Las mujeres gozaban de buena salud, más o menos, ya que el médico las visitaba 1 vez por semana a la casa de Mancebía.
Se regían por las órdenes del Concejo, el horario era de vísperas a maitines, también en días de fiesta, cuaresma, 4 témporas y vigilias no están estas mujeres ganando según decía Felipe II en 1570.
Cuando llegaba la cuaresma, el padre putas para evitar la ocasión las llevaba a Tejares cruzando el río. El lunes de Aguas cruzaban el río en barcas enramadas y los mozos las esperaban para celebrar una gran merienda.
Celebrando el Lunes de Aguas |
En 1618 se dio una Real Orden por la que se prohibió la Casa de Mancebía y demás prostíbulos, pero las mujeres siguieron trabajando, sin un padre putas democrático, sin control sanitario, motivo por el cual las mujeres empezaron a estar por su cuenta bajo la protección de chulos que las explotaban y maltrataban. La situación fue tan terrible para estas mujeres que se creó la Casa de Aprobación y tiempo más tarde se harían cargo de ella las Reverendas Madres Adoratrices.
Me ha gustado mucho saber más de esta historia, de la que ya sabía algo. Muy buen trabajo.
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