Tiene escudos de los Maldonado, Herrera Girón y Espinosa, aparte de dos medallones en las enjutas del arco principal. Más arriba, entre dos escudos con flor de lis, hay una ventana resguardada por dos columnas en arista y un dintel sobre el que se coloca otro escudo. Son muy curiosas las ventanas achaflanadas en la esquina con la calle de Zamora.
Su fachada presenta una escalinata sobre la que se erige la puerta principal, que es un gran arco triunfal enmarcado entre dos columnas platerescas que concentran la ornamentación del edificio coronadas por una cornisa que contiene en sus ángulos interiores dos medallones con un busto masculino y otro femenino vestidos lujosamente que son de representación alegórica.
Debe su nombre a haber sido pertenencia de los vizcondes de Garci-Grande, título nobiliario fundado en 1761.
El Ayuntamiento de Salamanca, en 1897, trató de comprar el edificio sin éxito, pero el quinto vizconde José María Espinosa y Villapecellín vendió el edifico en 1898 al banquero Florencio Rodríguez Vega y en 1960 lo compró la entidad que en la actualidad es Caja Duero. La Caja encargó la remodelación del edificio a Luis Gutiérrez Soto, quien estuvo asistido por Ricardo Pérez Rodríguez-Navas. Entre los elementos que se le añadieron destacan un mayor número de ventanas y el ático. El interior está completamente remodelado para las necesidades de Caja Duero. Del exterior se conserva la fachada.
(1918)
Principios del s. XX
(1991)