El mariquelo es así llamado porque en tiempos, pertenecia a la familia de los Mariquelos.
Fue el 31 de octubre de 1755 cuando se registró un fuerte seísmo en las costas del Cabo de San Vicente con una magnitud en torno a 9 en la escala de Richter y provocó un tsunami que afectó a buena parte de Europa Occidental y el norte de África.
En Salamanca se dejaron sentir los efectos del terremoto y la población, asustada, se refugió en la recién construida Catedral Nueva, finalizada en 1733. Sobrevivieron, quedando la torre ligeramente inclinada. Por eso, en conmemoración de aquel día, el Cabildo catedralicio de Salamanca estableció que todos los 31 de octubre subiera alguien a la torre para tocar las campanas y dar gracias a Dios y pedir que el terrible suceso no se repitiera.
Fue entonces cuando se instauró la tadición de que el Mariquelo subiera todos los años. El último mariquelo de la familia fue don Fabian Mesonero Plaza, que dejó de subir al cimbalillo en 1977. En 1985, Ángel Rufino de Haro rescató el rito hasta la actualidad y ataviado con el traje charro, sube hasta la bola que se alza en el punto más alto de la torre y una vez allí, toca una charrada con la gaita y el tamboril.
Desde el año 2009, el Cabildo Catedralicio limitó a la base del cupulín de la Catedral el ascenso de "El Mariquelo" para garantizar la "seguridad" en una subida peligrosa.
2012
2011
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