Situada en la avenida de Mirat, nos encontramos con la Antigua Casa de Socorro, hoy Biblioteca de Gabriel y Galán de estilo neogótico y modernista que fue construida en 1915-1916 y que perteneció al Ayuntamiento de Salamanca.
En 1912 El Ayuntamiento de la ciudad decidió hacer una casa de socorro, un centro benéfico de atención médica para casos que no necesitaran hospitalización. Al pricipio se pensó su construcción en la Plaza de los Bandos, pero al final se ubicó en la Avda. de Mirat, que aunque hoy nos parezca mentira, eran las afueras de la ciudad y por ello tuvo muchísimas críticas.
En 1912 El Ayuntamiento de la ciudad decidió hacer una casa de socorro, un centro benéfico de atención médica para casos que no necesitaran hospitalización. Al pricipio se pensó su construcción en la Plaza de los Bandos, pero al final se ubicó en la Avda. de Mirat, que aunque hoy nos parezca mentira, eran las afueras de la ciudad y por ello tuvo muchísimas críticas.
El proyecto corrió a cargo de Joaquin Secall. Construída entre 1915-1916, empezó a funcionar en 1917.
Fue concebida como un pequeño palacete, motivo por el que también fue muy criticado ya que más que una casa de atención médica parecía un palacete veraniego. Aunque un siglo después debemos dar gracias a la elección del lugar y de la forma, porque es un edificio muy singular y hermoso.
La casa se estructura en dos plantas. La planta baja que se usa como Casa de Socorro y la alta que se usó como laboratorio químico municipal. También hay un sótano.
La fachada es muy peculiar, tanto en los materiales, pues combina granito, ladrillo y piedra de Villamayor, como en su forma de un marcado estilo neogótico con influencias del modernismo catalán. El exterior se mantiene aunque el interior ha sufrido modificaciones para acondicionarlo como biblioteca municipal desde 1987.
Decir que en 1976, se trasladó desde el parque San Francisco a los jardines que hay delante del edificio el conjunto escultórico formado por tres esculturas (Gabriel y Galán con el ama y la montaraza) obra de Juan González del Valle cuyo seudónimo era J. Cristóbal.
Este edificio como tantos otros de la ciudad sigue las directrices de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, que a principios del siglo XX sugirió que se volviera al estilo arquitectónico típicamente español de la época dorada de la arquitectura. En Salamanca se tradujo en una vuelta al esplendor que se dió en el gótico imitando edifcios como el Palacio de Monterrrey o la Casa de las Conchas.
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